Traducción por Mary Hopkins. Para la versión en inglés, visite aquí.
Devocional para miercoles, 17 marzo, 2021 — – La Reunión de la Sección de CMCA
Lamentaciones 3:21-24, de la Nueva Versión Estándar Revisada:
21. Pero esto llamo a la mente,
por lo tanto tengo esperanza:
22. El amor fiel del Señor nunca cesa,
de sus misericordias no hay fin;
23. nuevas son cada mañana;
grande es su fidelidad.
24. “El Señor es mi porción,” dice mi alma,
“porlo tanto en el esperaré.”
Estamos llamados, en esta reunión de la Sección, a “dar vuelta de lamentación a la Luz.”
Es un movimiento que abarca el alcance entre nuestra fe y nuestra práctica.
Tal movimiento del Espíritu dio a luz al cuáquerismo, y en un tiempo parecido al nuestro, de convulsiones en el mundo.
La Sociedad Religiosa de los Amigos es parecido, tal vez, a un árbol que tiene una raíz principal,
Un árbol así es el Pino Blanco, el árbol estatal del estado de Maine, adonde me mudé en octubre, durante el otoño.
La raíz principal crece muy profundo desde la semilla, creando puntos que anclan y estabilizan al árbol para que no sea derribado por el viento.
De raigambre cuáquero, y rodeado por pinos blancos, Rufus Jones nació en el estado de Maine; la Guerra Civil estadounidense estaba llegando a su fin.
Como niño, sobrevivió una infección prologada y muy grave. Como joven, sobrevivió la muerte de su primera esposa, y pocos años después, la de su hijo primogénito.
Cuando Estaos Unidos entró en la Primera Guerra Mundial, el verano de 1914, Rufus se aferró a sus raíces. Se enfocó en:
- “Como mantener nuestra fe en Dios y en el Reino venidero;
- Como interpretar nuestros ideales de amor y paz.”
Este invierno, cayó sobre el hielo y sufrió un herido en la cabeza.
Fue de viaje buscando convalecencia. El barco chocó con un huracán. Esta experiencia le dejó quebrantando y exhausto.
Por el verano, Rufus buscó recuperación en la isla Monte Desierto en Maine. La tranquilidad de la naturaleza era un bálsamo, y llegó a un punto de inflexión.
Aunque se sintió desanimado, aceptó una invitación para predicar. Era su primera predicación después de su herida, y se halló renovado por el Espíritu.
Rufus vivió lleno de fe 30 años más. Añadió su Luz en muchas maneras que contribuyeron al establecimiento del CMCA.
También fue testigo de la reunión de la Junta Anual de Nueva Inglaterra después de un siglo de división entre el cuerpo.
Cuando fui a preparar el devocional de hoy el Espíritu me movió a traer esta historia de nuestro amado hermano.
Primero, consideraba como la práctica de la gratitud, de dar gracias, da lugar a esperanza.
Recordé como crecimos de la misma Semilla, Cristo, como los primeros Amigos, la misma que experimentaron los primeros seguidores de Jesús.
Como el árbol de Amigos es anclado por una raíz principal, este Maestro Interno a quien escuchamos.
Amada familia cuáquera, escuchemos profundamente, Invitemos el bálsamo de la naturaleza, y del pino blanco.
El Espíritu está acá para ministrarnos, para cambiarnos, para voltearnos de la lamentación hacia la Luz.
Grande es tu fidelidad, amado Dios.
No cambias.
Tu compasión no falla.
Verano, Invierno, Primavera, Otoño
Unen su canto cual fieles criaturas
Porque eres bueno, por siempre eres fiel.
Tu presencia amada es la esperanza misma.
Tu eres nuestra raíz principal, prestándonos fuerzas para hoy
Y esperanza brillante para mañana.